En los últimos dos meses no he volado mucho lo que se diga; sigo mi tónica no intencionada de volar mucho a rachas y largas pausas entre rachas de vuelos, justo lo que no debería ser, lo sé, pero entre el mal tiempo, un día no puedo yo, otro día no quedan aviones disponibles, en otra ocasión no puede ningún instructor,… y suma y sigue, pues así va la cosa.
Aparte, ya es oficial el cambio de instructor; el que tenía dejó el trabajo, y ahora mi instructor principal es Rafa, a quien tenía de suplente, y que ya conocía de la Copa Triangular de Vuelo Acrobático.
Siguiendo con las grabaciones, ya no las colgaré todas aquí en el blog; muchas son tomas y despegues una y otra vez. Pero sí las sigo colgando todas del canal de Youtube y las cuelgo para repasar lo que hice en cada momento recordando lo que en el vídeo no se puede ver… el viento, las sensaciones, si lo veía claro o no lo veía claro…
Por hoy colgaré algunos vídeos distintos, centrándome en algún aspecto en concreto.
Para empezar, no había posteado aún la reacción de un pájaro del tamaño de una paloma al cruzarse perpendicularmente a nosotros en corta final… Al animalito no se le ocurrió otra mejor forma de esquivarnos que virar hacia nosotros, para romper hacia abajo en el último momento. Me llevé un susto, pasó mucho más cerca de lo que parece en la grabación con gran angular:
Como se puede escuchar en el vídeo, me exclamé con un «Joder!», a lo que el instructor respondió con un «Olvídate, céntrate en la pista»
Pasado el casi-bird-strike más justito que he tenido, vamos a un poco de procedimientos normales…
Por aquí una inspección pre-vuelo acelerada a cámara rápida:
Siguiendo con el procedimiento de prueba de magnetos y calefacción del carburador, que se realiza en el punto de espera, antes de entrar en pista para despegue:
Atravesando una témica
Aparte de lo normal, está lo que no es habitual, o que pasa a veces sin esperarlo. Esto es lo que sucede en ascenso cuando atravesamos una térmica… De ascender a velocidad constante a 800 pies por minuto, a de repente tener 1200 fpm en el variómetro, sin modificar posición de morro ni potencia:
El instructor empieza a poner en aprietos al alumno
Y la última por hoy… cuando se llevan unas cuantas horas (ya van 15 en mi caso, todavía poquitas; estoy a un tercio del curso), el instructor empieza a poner en aprietos al alumno a ver cómo reacciona éste. En mi caso, tras haber practicado planeos en unos cuantos aterrizajes -esto es, intentar cortar gas en un punto tal que el avión llegase planeando a la pista-, y un par de veces el procedimiento de toma de emergencia en un campo, en el último aterrizaje que hice, al virar a final mi instructor me hizo esto:
Literalmente, cortó gas y me dijo:
«Fallo de motor, espabílate para llegar a pista»
Pensé que no llegábamos, pero lo primero, quitar flaps, y la pendiente de planeo se vuelve plaaana… hasta el punto que me iba a quedar alto y volví a meter flaps, luego los volví a quitar, luego dejé la mano como enganchada en la palanca de flaps, como si fuese el mando de gas… pero llegar llegué, y procuraré seguirlo haciendo en adelante. 🙂
Una práctica después, el instructor me lo volvió a hacer, pero esta vez en corta final, cuando bajábamos con una pronunciada pendiente en full flap. Gracias a que lo habíamos practicado, tenía muy claro lo que debía hacer, quitar flaps y morro abajo, para ganar velocidad, manteniéndola luego:
Aunque esto no es una práctica para hacerla constantemente, alguna vez conviene practicarlo, para convencerse que mejor aproximarnos con cierta pendiente, que demasiado bajos y apoyándomos demasiado en el motor.
