Hace poco me he comprado el Syma X8C Venture, un drone muy asequible de precio, por debajo de los 120€. Es un buen drone de iniciación, aunque tiene algunos peros.
Su peso es inferior a 1 kg. Incorpora una cámara, aunque de muy baja calidad y no es FPV. Hay otros modelos como el X8W que pretnde ser FPV pero que tiene serios proble,as de control, y el X8W con una cámara 1080p que deja bastante que desear. Eso sí, los motores son de escobillas, con un engranaje metálico que a través de una reductora con engranaje de plástico acciona cada una de las hélices.
Resulta un drone muy fácil de controlar, es estable, e incluye dos velocidades, un modo de vuelo descabezado (ideal para hacerlo regresar cuando está lejos), y cierta capacidad acrobática automática. Opcionalmente se le pueden montar protectores de hélices, que algo protegen ya que todavía no se me ha deformado ninguna pese a los roces que he tenido.
En un vuelo típico de entrenamiento indoor, he elegido dos zonas de aterrizaje, una sobre la cama y otra en el suelo, y aquí me dedico a moverlo de una a otra en distintas posiciones; de frente, de espaldas y de los dos lados. En ocasiones activo la segunda velocidad para moverlo de forma más ágil:
Pero no todo es tan bonito; la singular mecánica de baja calidad implica que los motores tengan una vida muy corta. En mi caso, al cuarto vuelo, el tornillo de sujección de uno de ellos se aflojó del todo y se colocó dentro de la reductora, provocándole fallos de motor aleatorios y muy frustrantes, como podéis ver en este vídeo:
Tras desmontarlo entero, no sólo para encontrar y reparar el problema sino para revisar preventivamente los demás motores, he encontrado que la reductora de plástico tiene uno de sus dientes mordidos, hecho por el cual emite un ruido distinto y ya no es tan estable. Seguiré haciendo pruebas con éste para exprimirlo al máximo antes de pasar a mayores…
