15 de Septiembre de 2015. Se celebra el 75 aniversario de la Batalla de Inglaterra, y para ello, se ha programado un vuelo de más de 40 Spitfire, Hurricane y Blenheim desde el aeródromo de Goodwood en Chichester, al Sur de Inglaterra.
Hace semanas que sé que tengo alguna posibilidad de verlos, pero desde el aire, ya que en mi viaje de luna de miel, mi vuelo de conexión desde Barcelona El Prat hacia Londres Heathrow va a pasar sobre esa zona, aproximadamente a la hora en que volarán todos los aviones. Me he estudiado las rutas de los aviones gracias a la web del evento: https://www.battleofbritainday.co.uk/
Determino que es posible que mi avión, el vuelo BA479 de British Airways, pase por la vertical de Portsmouth, ya en descenso, a entre 12 y 18.000 pies de altura, con una separación lateral del aeródromo de Goodwood de unas 5 a 10 millas. Eso me deja un ángulo visual de unos 30 a 45º por debajo del horizonte. Estudio dicho vuelo día tras día gracias a Flightradar24, comprobando que necesito sentarme en una ventanilla del lado derecho.
Calculo que también es posible que cuando llegue allí, la la gran formación, que va a despegar en grupos de 4 aviones a intervalos de 3 minutos, ya esté toda en vuelo, tal vez junta, en ruta desde Goodwood hacia Selsey Bill, población en cuyo cabo la formación se dividirá en varias direcciones para sobrevolar en pequeños grupos todo el Sur de Inglaterra.
Bien, todo calculado. Sólo falta que la meteorología me de su permiso para poder ver el espectáculo.
Llega el ansiado día. Tras hacer que la agente de facturación rompa los billetes porque no me ha dado ventanilla como le he pedido, hay suerte y sí me asignan la ventanilla que quiero; lado derecho, por detrás del ala. Bueno, en realidad se la asignan a mi mujer, a quien tuve que convencer para que me cediese su asiento 🙂
Antes de despegar, comprobé que la ventanilla estaba impecablemente limpia pero que la meteorología en la zona era dudosa; en esos momentos se estaba produciendo en el Norte de España el famoso y temido fenómeno meteorológico de la Ciclogénesis Explosiva, fenómeno que notaríamos en forma de turbulencias molestas en vuelo incluso a gran altitud.
Desde el momento del despegue, grabé todo, esperando el momento con paciencia. Cruzamos Francia. Leo el periódico de a bordo y le dedican una página al evento que espero presenciar. Nos adentramos en el Canal de la Mancha. No puedo evitar pensar en los terribles combates aéreos librados aquí mismo hace 75 años. Mi cámara escudriña hacia abajo en búsqueda de la costa inglesa. Y de pronto, entre las nubes, aparece, el cabo de Selsey Bill. Aplico un fuerte zoom tratando de lograr una toma muy estabilizada, en la que destaquen los puntitos en movimiento, esa gran formación.
Y nada. No los veo. Recorro el trazado de los aviones hacia los dos lados de la costa, y de vuelta al cabo. No aparecen. Enfoco hacia el aeródromo de Goodwood, al que sólo tengo tiempo de grabar unos segundos antes que las nubes me lo oculten. Nada de nada.
Con una gran decepción, las nubes lo vuelven a cubrir todo, y mis intentos de ver algún Spitfire a través de los claros son en vano. Por lo menos disfruto del fabuloso espectáculo de nubes a varios niveles.
El descenso hacia Heathrow prosigue y aterizamos sin novedad, aprovechando para spottear aviones de fuselaje ancho.
Cuando consigo wifi un rato después, me conecto a Facebook y veo que el compañero Daniel Estalayo, quien está en Goodwood viendo el espectáculo, comenta que la formación ha retrasado el despegue 2 horas por la meteorología. Y para acabar de arreglarlo, no llegaron a formar juntos en ningún momento, sino que se dispersaron en pequeños grupos tal como despegaron.
Pero la decepción dio pie a una sorpresa cuando revisé lo grabado para montar el vídeo que os ofrezco en este post; aunque yo no viese los aviones en la pequeña pantalla de la cámara, sí quedaron registrados por un momento cuando enfoqué hacia el aeródromo de Goodwood; decenas de pequeñas motas eran visibles.
No deja de ser irónico que, 75 años después, haya pillado a la RAF en tierra!